28/07/2013 Yo Revolucionario.com
Por: José Agapito Ramírez
«Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos…»
«Cada 100 años nace de nuevo la esperanza y la redención de la luz en el planeta, con el fin de atender el llamado de los que piden inclusión, igualdad de oportunidades y justicia …»
Chávez desde muy dentro de su Ser emanaba un ímpetu Serpentino de tanto poder y trascendencia, que le bastaron apenas 14 años para romper con oscuros paradigmas que por más de 200 años se habían adueñado de la conciencia de los ciudadanos de a pie.
Chávez, intuitivamente sabía de ese oculto poder subyacente en todos los venezolanos, y verbigracia en todos los seres, y en ello puso todo su empeño para que brillara de nuevo en todo su esplendor. Chávez instuía que no bastaba con saber que existía ese velado poder sino que había que revestirse de una coraza moral de acero, para reactivar esos códigos y hacerlos brillar de nuevo. En el devenir político de la Venezuela de ayer se fue tejiendo una falsa democracia representativa con líderes y gobernantes inescrupulosos y sin principios éticos, que hizo posible que esos códigos morales menguaran y cayeran indefectiblemente en el foso de la historia.
Es paradójico que, con tanto petróleo nos hicieron ver que éramos ricos pero solo unos pocos disfrutaban y tenían acceso a esa riqueza. Y los demás, o sea la mayoría de los venezolanos, disfrutaban de las migajas y sólo eran unos negativos a los que se les había cercenado su conciencia.
Chávez tuvo el coraje de entregar su vida para que de nuevo brillaran esos códigos morales en el ciudadano común de los pueblos. Y he ahí donde radicó la diferencia de Chávez con aquellos que no supieron entender el propósito de ser líderes, que no era más que gobernar en favor de las mayorias (olvidadas y excluidas) y no de las privilegiadas minorías, que con su envilecido egoísmo siempre lo quisieron todo para ellos.
El egoísmo vive recibiendo y olvidando, mientras que el amor vive dando y olvidando…
Yo Revolucionario 
Reblogueó esto en Yo Revolucionarioy comentado:
Chávez, fue un torbellino de pasiones que desbordó cualquier parecido con la realidad, y para ejemplo de muchos, se mantuvo firme en su rol de estadista.
Como máximo líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y como remolcador de más de siete millones de leales y conscientes compatriotas venezolanos, es, El Líder: ¡Incólume en el tiempo! Además, es el ejemplo a seguir por las nuevas generaciones de líderes socialistas, que se forjan en el crisol de la lucha revolucionaria al amparo de un nuevo amanecer.